Vemos pasar un año por los bosques de Los Sudetes, siguiendo un calendario de caza, y de vedas. Paradójico, cuando uno de los puntos de la película es poner de relieve la crueldad de la caza. Destacan la belleza de los exteriores, que se combinan hábilmente con la música de fondo creando momentos de gran intensidad emocional, y sobre todo la fuerza expresiva de la protagonista, Agnieszka Mandat-Grabka. Cierto es que el metraje es un poco excesivo, y el final carece de sorpresas, pero la obra es tan hermosa que se acepta fácilmente y con gusto, y se sale de la sala habiendo tomado partido con los animales, grandes protagonistas de esta obra.
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